15 julio, 2025 14:45
Granada es baloncestoOPINIÓN GP

John Ebeling, el héroe de Bilbao

John Ebeling, jugador de Puleva Granada | Foto: Gigantes del Basket

OPINIÓN GP | PACO LUNA  | GRANADA ES BALONCESTO

A lo largo de la historia del baloncesto granadino ha habido muchos jugadores que dejaron huella y siguen estando en nuestra memoria. En las sucesivas entregas intentaré recordar sus hazañas, tanto para los que pudimos vivirlo como para los más jóvenes que no tuvieron esa oportunidad.

En esta entrega hablaremos de John Ebeling, el héroe de la permanencia en Bilbao.

John Michael Ebeling nació en Trenton (Nueva Jersey), un 2 de enero de 1960. Tras una mala elección en el draft de 1982 (ronda 5, puesto 101 por Detroit Pistons) decidió desembarcar en Europa.

Su destino fue el baloncesto italiano, Ferrara, Florencia y Forli fueron las primeras ciudades que tuvieron la oportunidad de contar con este gran jugador. Era un ‘4’ no muy espectacular, que aprovechaba al máximo sus virtudes. Buenos movimientos cerca del aro y un tiro muy fiable de 4 o 5 metros.

En el año 1988 llamó la atención del Real Madrid de Lolo Sainz y Drazen Petrovic pero una lesión de rodilla dificultó el fichaje y los blancos se decantaron al final por Johnny Rogers.

Posteriormente recaló en el baloncesto suizo y fue allí donde recibió una llamada de un equipo español que militaba en ACB. Concretamente era el Puleva de Granada presidido por José Antonio Murado.

En aquellos momentos, el equipo granadino atravesaba una crisis deportiva que le relegó a puestos de descenso y con muy malas sensaciones que se apoderó de un desencanto general en la afición granadina.

En ese equipo, el club contaba con dos foráneos que estaban siendo muy cuestionados (Andre Goode y Herb Blunt). Al final se decidió cortar a este último jugador. Además, el extinto Oximesa decidió prescindir de Gómez Carra y nombró entrenador hasta final de temporada a Manolo Cueto.

Ante este panorama, el elegido fue John Ebeling y desde el primer momento, su calidad y buenos números no pasaron desapercibidos en el pabellón de Albolote. Su rendimiento era constante y se convirtió en la referencia del equipo nada más aterrizar en la liga ACB, aunque la marcha del equipo era cada vez más preocupante.

No se logró evitar el aquel entonces play-off por el descenso y las esperanzas eran casi nulas por el escaso nivel que ofrecía el equipo a pesar de los buenos números del nuevo norteamericano.

En el primer play-off nos enfrentamos a Juver Murcia que tenía a un excepcional Ralph McPherson, su principal estrella. En esa eliminatoria poco se pudo hacer y los granadinos sucumbieron con un contundente 3-0.

En la siguiente y decisiva eliminatoria nos tocó el todo o nada con el Cajabilbao de Mark Simpson, Kevin Holmes, Alonso, Blázquez, Carbajo, etcétera, hacían del conjunto bilbaíno un mejor equipo a priori.

Con poca fe se viajaba al pabellón de La Casilla. Un Simpson pletórico, que hizo 29 y 39 puntos, respectivamente, no dieron opción y dejaron con un 2-0 la eliminatoria casi decidida y con el Puleva de Granada al borde del descenso.

En ese momento, casi nadie apostaba por la salvación, cuando digo casi nadie hablo que ni la prensa local ni en el seno de la plantilla lo tenían claro. Era una cuestión de milagro, era ganar 3 partidos consecutivos a un equipo superior, cuando en toda la temporada no fueron  capaces de ganar dos veces seguidas en toda la liga regular.

En el antiguo Murado se logró hacer la hazaña, de al menos empatar la eliminatoria y aunque en el tercer partido el ambiente fue discreto, en el cuarto se vivió un ambiente infernal. Un apretado partido y con 27 puntos de Ebeling, se logró forzar el quinto partido en Bilbao.

Muchos pensábamos, «al menos no hemos descendido en casa», dando a entender que se daba por hecho el descenso en el quinto partido en La Casilla.

Nuestro protagonista estaba haciendo una gran eliminatoria, también secundado por un buen Eduardo Clavero, pero parecía insuficiente ante el poderío anotador de Simpson, el cual estaba siendo uno de los nombres de la liga (posteriormente fichó por el Real Madrid).

En el quinto partido, todo parecía que se iba a decantar del lado local, incluso se me viene a la mente aquel operario de gasolinera que le dijo al bueno de John Ebeling que iban a bajar y el contestó la famosa frase «alguien va a bajar pero no el Granada».

Pues bien amigos llegó el ansiado día del quinto partido, un 8 de Mayo de 1991 que pasó a la historia del baloncesto español. Un pabellón a rebosar con 5.500 almas y los granadinos liderados por John Ebeling realizaron una gesta que nadie había hecho hasta ese momento.

Ningún equipo en ACB había sido capaz de remontar un 0-2 adverso y el Puleva de Granada lo hizo y con el factor cancha en contra. Ebeling anotó 29 puntazos, igual que el genial alero Eduardo Clavero que fueron fundamentales.

La desolación se apoderó de La Casilla que vieron como su equipo consumó el descenso ante un inferior Puleva Granada. En la capital granadina nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo. Había resucitado un equipo que nadie apostaba por él. Personalmente fue una de las mejores noches más especiales como aficionado al baloncesto.

John Ebeling tuvo después ofertas en España y jugó en Granollers, Murcia y Badalona, para terminar su carrera en Italia. Primero de jugador y posteriormente en los despachos.

Desde mi columna estoy satisfecho de recordar a este soberbio jugador, que vino sin alardes, sin jugadas espectaculares pero con su juego silencioso dio un rendimiento eficaz y nos salvó de un descenso seguro.

Siempre en nuestro recuerdo como jugador del Puleva Granada, John Ebeling.

REDACCIÓN DGP

Una herramienta de desarrollo de todo el deporte granadino. Para que puedas comunicarte e informarte con nosotros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Deporte Granada / Polideportiva
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.