¡Se acabó la ‘rarra’!
OPINIÓN GP | JOSÉ LUIS MORALEDA | EL JOVEN
Por fin, casi un año y medio después, el Granada CF consigue acabar con su «rarra» fuera de casa y logra una victoria en competición oficial lejos del «Nuevo» Los Cármenes.
Un largo periplo por todos los campos de la primera división española, en la que como mucho, sólo se consiguió algún meritorio pero insuficiente empate.
Pena y hastío ha sido lo que han sufrido los aficionados de nuestro club cuando han decidido viajar por el territorio nacional los últimos 12 meses. Por ello, alegra enormemente las caras de alegría de los desplazados a A Malata que pudimos ver por la pantalla, en el gol de Ricard a pase de Pablo Sáenz.
Un partido intenso en su primera parte y tosco en general, como tantos otros que nos brindará la ‘HyperMotion’ a lo largo del año. Como se dice últimamente: «¡Esto es Segunda, papá!».
Hay una máxima a principio de temporada en el aficionado medio, como podemos serlo cualquiera, y es valorar al equipo, además de «sentenciarlo» ya en Agosto.
Personalmente, en Ferrol, me preocupó bastante las pérdidas en posiciones muy comprometidas del centro del campo; las tuvo Hongla, las tuvo Sergio e incluso Trigueros.
Me preocupó, la poca contundencia al defender los ‘corners’, sobre todo, en la primera parte. En todos, se generó peligro y desorden.
Y me preocupó, la continua insistencia de los laterales en maximizar sus defectos y minimizar sus virtudes. Sí, incluso sabiendo que el goleador del partido fue quien nos dio los tres puntos.
Es más que evidente que arriba tenemos potencia y presencia, como para poder resolver partidos con destellos y orden. Simplemente mejorando y ajustando una presión con más intensidad y eficacia, se obtendrán recompensas.
El georgiano tiene «algo», viene con magia, gran sorpresa la que nos estamos llevando con él, inversamente proporcional a la que estamos padeciendo con el polaco. Una genial jugada del primero, casi acaba en gol del 9 en el 16′ y además, un buen centro suyo, habría sido empujado a gol por el 9 en el 41′, si no se hubiese adelantado Lucas Boyé en remate errado.
La realidad es que seguimos estando en Agosto, qué menos que esperar a Octubre para hacer una valoración real y contrastada de la portería, la defensa y la punta del ataque. De la salida con balón jugado, de la irrupción de los Pablos, Braus y Oscars o de la zona en la que más conviene que jueguen ciertos a priori titulares.
Démosle margen al joven técnico para no ajusticiarlo antes de hora.
Ahora nos visita un Huesca, que viene en cabeza con dos victorias, un juego muy intenso y especializado en balón parado. Hará falta una extrema concentración, desde el minuto 1 hasta el pitido final, si el equipo quiere quitarse la espinita del día de la Virgen.
No estaría de más, en lo que respecta a la afición, nos quitemos de una vez por todas, ese ‘sambenito’ que tenemos colgado. Una afición de ópera; fría, aletargada, ‘tanatórica’ y ‘comepipas’; y le pongamos cada uno, desde su zona, un poco de calor al partido e insuflemos ánimo desde nuestros asientos a los jugadores. Sin miedo a que te digan el típico: «siéntate que no veo» o las miradas ‘crucificatorias’ que muchos y muchas han sufrido, al intentar alentar al equipo en los momentos donde los partidos lo requieren.
Vamos a dejar de quejarnos y excusarnos e intentemos crear, nuestras pequeñas gradas de animación, en cada uno de los sectores de nuestro desvalido estadio. La realidad es la que es y no tiene visos de cambio, al menos, de cara a corto plazo.
El equipo lo necesitará.