Pops Mensah Bonsu, héroe por un dia

El 9 de Mayo de 2008 pasó a la historia como una de las gestas más sonadas en la memoria de la afición granadina.

Aquella temporada, como muchas otras, el gran Curtis Borchardt se perdía parte de la temporada, en este caso cuando la permanencia estaba aún por de decidir. La empresa no era fácil, el CB Granada necesitaba ganar en la última jornada al todopoderoso de entonces, el gran TAU  Cerámica plagado de estrellas.

Para ello, el club granadino presidido por Jose Julián Romero apostó por un jugador que no salió nada barato para ganar ese partido. Ese fue Mensah Bonsu Bonsu, el protagonista de hoy en nuestra columna.

Un trotamundos del baloncesto 

Nana Papa Yaw ‘Pops’ Mensah Bonsu nació en la ciudad de Londres, un 7 de septiembre de 1983. Se formó en la Universidad de George Washington en New Jersey y lideró a su equipo en el torneo de la NCAA de 2005.

Era un interior de 2,06 y 107 kilos con mucha capacidad para anotar dentro de la zona. Era muy espectacular y efectivo aportando mucha energía al juego.

Una lesión de rodilla le privó de entrar en un equipo en el Draft de la NBA. Aún así logró firmar por los Dallas Mavericks en 2006, aunque jugó la mayor parte del tiempo en su filial en la D-League. Allí disputó el All-Stars siendo nombrado MVP con 30 puntos y 7 rebotes.

En la NBA jugó un total de 12 partidos, con una media de 2,4 puntos y 1,8 rebotes por partido. En esos momentos no tenía sitio en la mejor liga del mundo, por ello cruzó el ‘charco’ dirección Treviso, para jugar en el conjunto italiano de Benetton.

Pops si tuvo la oportunidad de volver a la mejor liga del mundo, en las franquicias de San Antonio, Houston, Toronto y Hornets.

En el año 2010 recaló en un grande de Europa como es el CSKA de Moscú, pasando por las ligas de Francia, Turquía, Italia e Israel. Una dilatada carrera en Europa y también en España (Joventut y Cajasol).

La gesta del 9 de mayo de 2008

Mucho se ha hablado del fichaje de aquel año de Mensah Bonsu por el CB Granada. El equipo nazarí presidido por JJ Romero estaba con la soga al cuello y necesitaba ganar el último partido y esperar a que el Grupo Capitol Valladolid no ganara en Murcia.

Se hablaba de cantidades desorbitadas a ‘Pops’ por jugar un solo partido, se decía que unos 300.000 €. Algo que hasta ahora resulta difícil de creer, cuando han pasado más de 15 años.

La verdad era una situación muy arriesgada, máxime cuando el rival era un auténtico equipazo, con jugadores como Mirza Teletovic, Pablo Prigioni, Igor Rakocevic o Pete Mickael, entre otros.

Además con ganar no bastaba, pues se necesitaba la derrota de los vallisoletanos, algo que hacía más difícil la gesta. Hay que añadir que el fichaje ‘express’ apenas tuvo tiempo para entrenarse con su nuevo equipo, era algo como bajarse del avión para disputar el partido.

Recuerdo que en la afición había cierto pesimismo con el panorama que tenía el equipo en aquellos momentos.

El Palacio testigo de una noche inolvidable 

El recinto del Zaidin vestía sus mejores galas para una noche que se presumía tensa y con emociones fuertes. Más de 8000 aficionados llenaron el Palacio para arropar al equipo y ser como siempre ha sido su ‘sexto’ hombre.

El CB Granada salió de inicio con sus habituales titulares: Nico Gianella, Andrea Pecile, Vladimir Scepanovic, Dylan Page y el nuevo fichaje Mensah Bonsu. Los granadinos arrancaron a por todas desde el principio y lograron una ventaja importante de 20 puntos en los dos primeros cuartos. Pops parecía que llevaba toda la vida jugando en el cuadro nazarí y continuamente maltrataba el aro baskonista.

Todo parecía ir de maravilla de cara a la segunda parte, el Palacio vibraba con su equipo y todo iba sobre ruedas. Además, las noticias de Murcia eran alentadoras, por lo que la salvación parecía más cerca. Pero nada más alejado de la realidad, los visitantes entrenados por Neven Spahija empezaron a recortar la diferencia apretando el partido y los corazones de los hinchas locales.

A falta de 1.35, el TAU se puso a dos puntos (82-80), con todo por decidir en lo que restaba de encuentro. Un mate de Mensah a falta de 53 segundos dejó el electrónico en 86-81 encarrilando el partido para los nazaríes. Al sonar la bocina del final del partido, la afición estalló de alegría y festejó la permanencia como de un título se tratase.

Un partido dramático que terminó en alegría desmesurada, saliendo a hombros como un torero el gran fichaje por un día. Realizó unos números de crack: 22 puntos y 9 rebotes en 30 minutos de juego y demostrando que la misión estaba cumplida.

En este número ha sido especial mencionar al gran salvador de aquella noche y recordar una hazaña que forma parte de la historia del baloncesto granadino.

Por mi parte toca despedirme hasta Septiembre que volveremos con más artículos y novedades de nuestra historia en este deporte que tanto amamos. Os deseo unas felices vacaciones y así poder recargar las pilas para la nueva temporada.

Muchas gracias a todos por vuestra lectura y seguimiento.

Hasta Septiembre!