Los tercios de temporada, el primero
OPINIÓN GP | FRANCISCO GONZÁLEZ GARCÍA | DESDE EL FONDO DE LA CÁRCEL
Creo que fue Luis Aragonés el que afirmó que las temporadas se decidían en el último tercio de las ligas, lo cual, y no es por quitarle mérito al gran Luis, es un poco una verdad de Perogrullo. Tampoco vamos a decir aquello de partido a partido, frase famosa del uruguayo entrenador de los colchoneros. El futbol en sus declaraciones está lleno de tópicos inmensos; no hay más que oír las declaraciones de los jugadores. Probablemente no usen más de 100 palabras distintas para describir un partido o incluso toda una temporada.
El caso es que ya hemos agotado un tercio de la liga 24-25, quien lo diría cuando escribía mi última columna en agosto y ya estamos a mitad de noviembre. Han pasado muchas cosas, no todas buenas ni todas malas, aunque ya sabemos que la afición pasa de las penas y angustias a la euforia en pocos minutos o segundos.
Ejemplo lo tenemos en el último partido en casa frente al CD Eldense. En la última jugada del primer tiempo, de un córner del rival en que casi pudo haber un penalti en contra, que quizás hubiera sido un empate que se merecía el equipo alicantino, pasamos a una contra bien llevada y a irnos al descanso con un 2 a 0 diríamos que poco merecido. Y luego en tres minutos nos empataron y la grada de la gloria pasó a la pitada y crítica. Esto es así, que diría aquello de futbol es futbol.
Las últimas temporadas vienen demostrando que esta segunda división es enormemente competida y con una gran igualdad. Muchos equipos pueden meterse en la promoción de ascenso, muchos estar implicados en el descenso y raramente el ascenso directo se lo lleva ningún equipo de carrerilla.
Este año, en el primer tercio, parece que el Racing de Santander se escapa y apunta a ser campeón con claridad. Veremos. Y del segundo al sexto la lucha es tremenda con muchos equipos implicados; probablemente en el futuro se aclarará la clasificación y se vayan decantando equipos, ya veremos.
Hasta la jornada octava el Granada CF no pasó del puesto 14 y parecía que nuestra lucha iba a ser por no bajar, las sensaciones ciertamente no eran buenas y el entrenador la verdad, con el respeto que siempre me merece ese puesto, no daba la talla. Para mí, la gota que desbordó el vaso fue que ante el Málaga se cambiara a Uzuni por Weissman, y lo consecuente. Un penalti horrorosamente tirado y el especialista Uzuni en el banquillo. Tres triunfos seguidos y estamos arriba, parece que el nuevo entrenador tiene más acierto.
El caso es, y me voy a eso de los números que ya saben me gusta por ser algo objetivos, frio que se suele decir, que el Granada CF tiene 22 puntos con un tercio de partidos jugados. De esos 22, 11 se han conseguido en casa (tres victorias y dos empates, con tres derrotas) y 11 puntos fuera (3 victorias, dos empates y una sola derrota). Cierto que se han jugado 8 partidos en casa y solo 6 fuera. Recordemos que el ascenso de hace dos años se consiguió ganando 20 partidos en casa y solo un empate, sin derrotas, pero jugando francamente mal a domicilio. Quizás este año mejoremos fuera y sin duda tendremos que mejorar en casa. Veremos. La categoría es muy complicada.
En los catorce años en que el sistema de ascenso a primera se ha decidido con el sistema actual, recuerden que en el 2011 el Granada inauguró el sistema ganando aquella gloriosa promoción con el gol de Ighalo (pura historia de este equipo), la puntuación mínima para ser sexto y entrar en la promoción ha oscilado entre los 71 puntos (solo un año en el 2012) y los 61 puntos (en tres años 2014, 2015 y 2020). Se han necesitado 63 puntos (en 2017), 64 (en 2016 y 2024), 65 (en 2018), 66 (en 2011 y 2013), 67 (2021 y 2023) y 68 (en 2019 y 2022).
La media de esas 14 temporadas son 65,1 puntos. Si tomamos las últimas cinco la media es 65,4. Si el Granada repitiera puntuación en cada tercio, tendríamos 66 puntos (22 por 3)… o sea que a poco que se mejore podríamos decir que al menos estaríamos luchando por subir en eso de la promoción, a poco que no se mejore puede que nos quedemos fuera de cualquier opción de ascenso.
¿Quién nos iba a decir hace dos años que íbamos a ser campeones? Fue aquello de que en el último tercio muchos resultados nos favorecieron, pero claro ganado en casa todo.
No es que veamos la botella medio llena o medio vacía, es que la botella no ha llegado a la mitad, solo nos hemos bebido un tercio.
