Lo y los de casi siempre
OPINIÓN GP | FRANCISCO GONZÁLEZ GARCÍA | DESDE EL FONDO DE LA CÁRCEL
Mediada la temporada en primera división parece claro que el título se lo disputarán los dos equipos de siempre, o ni eso, pues los culés parece que ya han puesto mucha distancia y además no tienen que preocupare por competición europea; mientras los merengues volverán a intentar ganar su competición favorita, orejona incluida. En definitiva lo de siempre, y mientras seis o siete equipos lucharán por llevarse el premio goloso de meterse en Europa y conseguir el botín de millones de euros correspondiente.
Quizás no es lo de siempre que equipos con gran historia tengan que pelearse por no descender, caso del Sevilla, que aunque parece reacciona si no entrara en Europa sufrirá un castigo en sus arcas. Peor parece lo del Valencia que puede verse en segunda como ocurrió hace algunas décadas.
La reciente manifestación de socios pidiendo la dimisión de sus gestores chinos, o de donde sean, me lleva a reflexionar sobre lo que opinó un aficionado al ser entrevistado en una cadena de radio. Pedía que las administraciones públicas ayudaran al club, supongo que adquiriendo acciones o algo similar.
Me reconozco en semejante petición cuando el Granada CF estaba a punto de desaparecer a finales del siglo pasado y principios del presente. Recordemos que hubo un intento de montar otro equipo y partir de cero, la historia de la deuda, la venta del antiguo campo y todas las tribulaciones hasta que se constituyó el club como SAD llenaron cientos de páginas y miles de horas de radio. Me encuentro entre los que compraron acciones, es decir aquellos, no más de 300 que arriesgaron su dinero, más bien lo perdieron, en comprar acciones de una empresa que nunca dará beneficios, más allá de decir que eres accionista y propietario en un cero, cero, cero, y pico por ciento.
Y reconozco que ahora pedir que las administraciones públicas pongan dinero para salvar a un club de futbol, como parecen pedir los valencianistas indignados con la gestión de su presidente, lo veo con ojos muy diferentes a como hace unos años. El futbol se ha convertido en semejante negocio, más allá de los colores y de la historia y de las pasiones que levanta, que no veo tan claro la necesidad de hacer tales exigencias.
Los continuos cantos de sirena sobre crear una superliga europea o de hacer mundiales cada dos años o simplemente los hechos consumados de crear nuevas competiciones como la Liga de Naciones o modificar el mundial de clubs para dar más partidos y otras tantos globos sonda que se lanzan cada vez con mayor frecuencia, todo ello me parecen nuevas formas de ordeñar la vaca de las televisiones o de continuar sacando huevos de oro a la gallina. Y ya saben cómo pueden acabar estas historias, sin leche, ni gallina, ni huevos.
Los aficionados al futbol en Granada pueden darse por contentos de tener un equipo en categoría profesional y además en segunda división y hasta con opciones de volver a la primera categoría. Ni imaginar quiero como deben estar las aficiones de equipos tan históricos como el Málaga, el Zaragoza o el Gijón que hace ya años que ven con angustia más próximo el descender que el volver a la primera. El Granada ha vivido una década casi de ensueño, con sueño europeo incluido, a pesar de las críticas a sus gestores, que sin duda se han equivocado pero que en algo habrán acertado en estos años. Mientras tanto los de siempre siguen mandando y casi todos estamos para recoger algunas sobras. A veces pienso que nos conformamos con poco, quiero decir con verlo todo desde el sillón de casa, pagando cuota a las televisiones. Quizás por eso nos ponen los partidos un viernes o un lunes a las nueve de la noche o un domingo a las dos de la tarde.