La inocencia perdida
OPINIÓN GP | FRANCISCO GONZÁLEZ GARCÍA | DESDE EL FONDO DE LA CÁRCEL
El día 18 de marzo, tercer domingo de marzo del año 2018, fue un día triste para el deporte del rugby en nuestra ciudad, en nuestra Granada. El CDU Granada perdió la categoría de División de Honor B y jugará la próxima temporada en la Regional andaluza. El partido finalizó con un empate a 14, esos resultados que sólo se pueden producir en este deporte u otros minoritarios.
El encuentro se jugó en un terreno absolutamente embarrado, da fe la imagen que acompaño, y yo pensaba que incluso podía ser suspendido dada la lluvia que venía descargando durante toda la semana y en especial la noche del sábado. Y en la segunda parte del partido no dejó de llover.
No escribo una crónica del partido, no soy experto en rugby. Solo cuento mi historia con el rugby. Una historia de alguien que solo ha visto en directo tres partidos en esta temporada, los tres del CDU, y que he de confesar que me han sorprendido con gusto pero que también me han dejado un regusto amargo. Y no porque el CDU Granada los haya perdido, no porque mi “Uni” haya perdido, bueno en un caso empató pero de nada sirvió pues tenía que ganar.
Yo conocí al rugby con las retransmisiones que TVE hacia del torneo Cinco Naciones allá por los años 70 y primeros 80. Eran en las tardes de los sábados por el segundo canal (aquello del UHF). En realidad, al principio, entendía poco de aquello pero fui comprendiendo que aquello no era cosa de brutos que solo se empujaban o cosa solo de los ingleses. Me enamoré de aquella Francia de un tal Blanco que ganó varios torneos. Llegué a comprender lo buenos que eran los del hemisferio sur en jugar con aquel “melón” entre las manos. Conocí que como deporte no profesional en mi Universidad había un equipo de rugby.
Al tiempo TVE dejó de emitir partidos del Cinco Naciones y como tantas otras cosas, ahora tienes que pagar. Al igual ocurre con el Grand National de Hípica o con el Oxford-Cambridge de remo o con el baloncesto o con los mundiales de motos y F1. La libre competencia de las cadenas está eliminando todos los grandes eventos de las retransmisiones en abierto, algún día llegará al fútbol al máximo nivel, lo veremos (es decir no lo veremos, salvo paso por caja). En realidad ya solo se ven los equipos menores, es decir todos menos los que ustedes saben.
Volvamos al rugby, y aunque cayendo en el tópico he de decir que llegué a creerme aquello de que el rugby es distinto, que tiene una ética especial. Ya saben, al acabar se van de cervezas, que hay un tercer tiempo, que no impera el profesionalismo atroz del fútbol, etc.
Lo que he visto en los partidos del CDU es que incluso en la División de Honor B hay muchos jugadores extranjeros (ingleses, australianos, escoceses, argentinos) que aportan calidad y que es probable sean profesionales o semiprofesionales. Dicen las crónicas que se hacen fichajes para asegurar la categoría y que nuestro CDU no puede competir. Lo que he visto también es que algunos de esos jugadores tienen una actitud un poco “chulesca” por no decir otra cosa. También he visto comportamientos exquisitos entre aficiones que codo con codo animan a sus equipos y no hay problema, ciertamente. Claro que éramos no más de 200 en total. Yo quiero seguir viendo rugby de esta manera.
Les decía que el 18 de marzo fue un día triste para el rugby y no solo para el CDU. Acabado el partido bajo la lluvia, cuando regresé a casa pude ver los últimos minutos del España-Bélgica. No creía el resultado. Luego conocí lo que había pasado. Vi como los jugadores de nuestra selección acosaron al árbitro rumano y seguí todos los comentarios posteriores. Y aún continúan en todos los medios.
Me sorprende que algunos cronistas por defender al rugby se hayan lanzado contra el fútbol. Creo que la mejor forma de defender al rugby es explicar qué ha pasado y depurar responsabilidades en una sucesión de hechos que, es mi opinión, parece muy clara. O sea, hay un árbitro de una nacionalidad que favorece si pierde España, el árbitro hace un arbitraje muy en contra de España, el presidente de la federación es de ese país que sería favorecido si pierde España, la federación se niega a cambiar el árbitro cuando lo solicitó nuestro país. En botella, blanco y lo produce la vaca. ¿Cómo se llama el líquido? Seguramente la federación puede decir que es leche de almendras; con esa lógica a lo mismo impiden a España jugar cualquier otro partido de repesca o sancionan a muchos jugadores por perder los nervios al final del partido. No los justifico pero era comprensible.
No es que defienda al fútbol, no es que ataque al rugby. Me sigue pareciendo un deporte excelso, pero tengo la sensación de que ha perdido su inocencia. Los idus de marzo le han marcado un ensayo a la ética de este deporte.