Goran Grbović, un «killer» en Granada
OPINIÓN GP | PACO LUNA | GRANADA ES BALONCESTO
Hubo un tiempo, en algunos países de Europa, en el que sus deportistas no podían salir de su propio país para fichar por otros clubes hasta cumplir cierta edad. Eso pasó justamente con el protagonista del artículo de hoy que les voy a contar a continuación.
Goran Grbović era un jugador de una calidad descomunal y hoy en día tendría todas las papeletas para jugar sin problemas en la NBA. Sin embargo, a mediados de los 80, a causa de los problemas burocráticos de la antigua Yugoslavia, no pudo jugar en España hasta cumplir los 28 años.
Concretamente, lo hizo en el Puleva de Granada y dejó una huella imborrable en los aficionados que frecuentaban el antiguo pabellón Murado de Albolote. Todavía se recuerdan sus grandes partidos y el duelo anotador que protagonizó en la Liga ACB con el malogrado Dražen Petrović.
Goran Grbović fue una leyenda en Partizán, en la liga yugoslava y en la selección, era un alero de 2,02 metros que hacía de todo, machacaba el aro, tiro de media distancia y especialmente, una amenaza constante en el tiro de 3 puntos.
En la liga yugoslava ganó la liga en dos ocasiones, en las temporadas 80/81 y en la 86/87. Además, alcanzando el subcampeonato en la 81/82 y 87/88. Con su selección ganó el bronce en el Eurobasket de Grecia’87 y en categorías inferiores se colgó la medalla de oro y plata.
En la antigua Yugoslavia era un jugador muy apreciado y concretamente en el Partizán era un emblema. Temperamental como pocos tuvo varias broncas con diversos compañeros que le privó de jugar los Juegos Olímpicos con la selección de su país.
El baloncestista de Kruševac (Serbia) era un tirador exquisito, muy fino a la hora de crearse sus propios tiros y era muy regular en su juego y estadísticas. Un jugador que siempre cumplía y estaba cada vez que el equipo lo necesitaba para tirar del carro en los momentos calientes de partido.
Era el Eurobasket de Francia en el año 1983 donde Goran Grbović tuvo un percance con Dino Meneghin al que llegó a amenazar con unas tijeras. Una imagen que dio mucho que hablar en el mundo del baloncesto.
Época en el Puleva
En la temporada 88/89 y con 28 años pudo salir de Yugoslavia y aterrizó en Granada para jugar en la liga ACB. Sus resultados fueron inmediatos y en su debut ante la parroquia granadina anotó 40 puntos ante el CAI Zaragoza. El impacto que tuvo en la liga fue brutal y encadenó varias actuaciones para el recuerdo.
Su mayor anotación, la sufrió el antiguo CajaCanarias, en un partido donde el serbio llegó hasta los 52 puntos !! Superó los 40 puntos en tres ocasiones y los 30 en nueve partidos. Todo ello, con un porcentaje del 49,4 % en tiros de 2 y 36% en triples. Algo impensable en el baloncesto de hoy en día.
Nuestro protagonista formó pareja foránea con Dan Hartshorne, como puntal bajo los tableros. Además del nacionalizado White, los hermanos Álvarez, Piña, etcétera. Aquella temporada, la de 1988/1989, a Goran Grbović le faltaron unas décimas para ser el máximo anotador de la liga ACB, que al final lo consiguió su «compatriota» Petrović en un duelo espectacular donde mantuvieron ‘la lucha’ hasta el final de la competición.
Por su parte, si obtuvo el liderazgo en tiros de 3 puntos y eso unido a la salvación del club culminó un año redondo.
Al año siguiente, el presidente del club José Antonio Murado Aijón inició los trámites para la nacionalidad del jugador, en lo que se auguraban buenos años futuros de Goran Grbović en la ciudad de Granada.
La afición le adoraba y era el líder del equipo, sobre todo, con los posteriores fichajes de más yugoslavos. Concretamente, el entrenador Dusan Vujosevic y el pívot Milenko Savovic.
El Puleva se había «balcanizado» y esa era la dirección en la que había apostado el club. Aunque nada más lejos de la realidad, porque después de un mal inicio en la temporada 89/90, el presidente optó por dar la baja a Grbović ante el estupor y sorpresa de los aficionados.
Nadie entendió nada y todavía nos seguimos haciendo la misma pregunta, ¿Qué es lo que pasó realmente de puertas para adentro? El presidente alegó que iban a fichar a un pívot americano, que era lo que el equipo necesitaba. El propio Goran dijo que el club faltó a su palabra y que se iba a jugar a Italia.
Lo curioso es que con 30 años, el genial jugador «plavi» no volvió a jugar en ningún equipo más y optó por retirarse, cuando aún le quedaba mucho baloncesto en el cuerpo. Todavía sigue siendo un misterio el final tan abrupto que tuvo uno de los jugadores más recordados tanto por el Puleva de Granada como por la propia liga ACB amén de Partizán, selección yugoslava, etcétera.
Desde mi columna en Deporte Granada /Polideportiva recuerdo con mucha nostalgia a este inolvidable jugador, que a mi personalmente y a la afición granadina nos dejó con ganas de más y aún no entendemos su accidentada salida del club.
Ha sido un honor poder hablar del jugador preferido de mi niñez. Recientemente lo he visto trabajando como analista deportivo en Serbia pero aún sigo recordando sus jugadas en el Murado de Albolote.
Desde aquí, recordamos a Goran Grbović, ex-jugador del Puleva de Granada.