El 20 de la hipnótica Rojiverde
OPINIÓN GP | JOSÉ LUIS MORALEDA | EL JOVEN
Se llamaba a la calma tras la derrota en Zaragoza, ya que esta apasionante y durísima competición tiene por suerte o por desgracia la característica especial que en muchas ocasiones los puntos caen de un lado u otro por fugaces destellos, decisiones arbitrales o infortunios inesperados.
Era el momento de dar confianza al nuevo proyecto que traía Francisco Escribá y esperar que la dinámica competitiva se asentara en el grupo. Dos jornadas después volvemos a ver las cosas de otro color, lo dicho, nuestra particular montaña rusa de emociones granadinistas.
Nos plantamos en Asturias después de la agónica victoria en los minutos finales ante el Eldense. Parece una tontería pero estas victorias ‘in extremis’ insuflan un poder optimista en los equipos que difícilmente pueda aportarlo, por ejemplo, el buen juego. Psicología, tan tan importante hoy en día en el fútbol profesional.
Llega el Granada CF a Gijón con un batallón minado de bajas por diversos motivos y con una sensación en la afición de auténtica resignación a la derrota.
Pues bien, de sopetón nos sorprende el señor Fran Escribá con el planteamiento táctico de inicio. Salimos al Molinón con un esquema que hasta él mismo hace semanas, aseguraba que sería insólito ver bajo su dirección técnica. Lo bueno es que a veces las situaciones críticas provocan la valentía de probar nuevas formas y sería muy interesante que Fran haya aprendido de su propia iniciativa.
El equipo sale con tres zagueros y aún no teniendo el control del partido, durante la primera parte, sí que da una sensación de seguridad y de estabilidad que hace que el Sporting no consiga generar apenas peligro.
Grata alegría nos llevamos todos con el trabajo de Insúa, imponente y expeditivo en el centro de la defensa, consumando una actuación de notable alto.
Miguel Rubio, desde el perfil zurdo sufrió en la salida de balón, aunque bien colocado y expeditivo en los cortes, terminó cuajando también un ejercicio muy notorio. Además, tuvo ayudas de Reinier en algún momento clave que hizo dar consistencia a los granadinos, lo que hizo entumecer la claridad en el ataque asturiano.
Quizás el más flojo fue Oscar. Todos sabemos que estamos acelerando con él un proceso de adaptación y madurez, que normalmente lleva meses o años. Si debemos tener mucho cuidado porque acciones como la del minuto 13, en la que por centímetros casi hace un penalti, que podría haber dado al traste con todo el trabajo y el planteamiento de Escribá, al igual que nos pasó en Zaragoza. Por cierto, justamente en esa jugada aparece al rescate un tipo del norte con el número 20 a la espalda.
Óscar, como decimos, no tuvo su mejor día y eso que estuvo bastante apoyado por Ricard, que anduvo en todo momento muy pendiente de él y eso hizo que no pudiera prodigarse en ataque como hubiéramos querido. De todos modos, es otra nueva experiencia que hará bien a nuestro prometedor zaguero.
Durante los primeros 25 minutos de la primera parte, la presión del Granada CF incomodó la salida de balón del Sporting y el choque pareció igualado en todo momento. Quizás el Granada, salvo un remate de Reinier que se fue por poco, tampoco tuvo mucho peligro. Si eché en falta algunas mejores decisiones de Boyé a la hora de soltar antes la pelota o ser más preciso en el último pase, que nos hubieran propiciado ocasiones con serias opciones de gol.
Y al inicio de la segunda parte empezó la fiesta. Por cierto, me encanta que el equipo salga del vestuario en el descanso antes que el contrario. Manías.
Maravillosa jugada por la banda izquierda de Brau y Reinier que culmina el ‘9’ con la izquierda, en un golpeo muy difícil que bien pudiera parecer hasta suerte.
A continuación, un fallo en la marca de Oscar que estuvo ahí lento, permite enchufar un extraordinario cabezazo a Otero para poner el empate.
El gol de la victoria lo consigue Siren Diao, con un fuerte disparo desde la izquierda en el minuto 82, tras un control-asistencia de Lucas Boyé tras recibir un despeje muy alto desde el área propia.
Los cambios oxigenaron mucho al equipo, tal como pasó en el anterior envite ante el Eldense y el rendimiento de Trigueros superó con creces al obtenido el sábado día 9 en Los Cármenes.
Para finalizar, quería hablar de la vuelta de un grande, Don Sergio Ruiz Alonso. La rojiverde hipnótica con el 20 a la espalda estuvo superlativa en El Molinón. Quiero hacer una mención especial para él porque estuvo inconmensurable durante los 97 minutos de duración del partido y todo ello lo hizo vendado y posiblemente infiltrado. Un Sergio que hizo de Hongla y de Villar. Un 2 en 1 en toda regla. Estuvo en el corte, no sólo en el centro del campo, si no en la frontal del área e incluso dentro de ella.
Sergio Ruiz, omnipresente, hizo un trabajo descomunal ofreciéndose en todo momento a dar salida al balón, tanto por el centro como por los dos flancos de la zaga. Mantuvo al equipo cohesionado con la ayuda de Reinier y Trigueros y deja una enorme duda ante la próxima confección del 11. El equipo se medirá el sábado 23 noviembre al Cádiz CF en Los Cármenes y que contará ya con Hongla de vuelta y la supuesta recuperación al 100% de Gonzalo Villar.
¿Qué hará el bueno de Fran ante el partidazo que nos espera contra el Cádiz? El sábado lo sabremos, lo que está claro es que los 14 guerreros de Gijón se lo han puesto muy difícil.
Bendito problema.