Curtis Borchardt, el MVP de cristal

Las lesiones representan la cara más amarga del deporte y han acabado con carreras que podían ir de lo extraordinario a lo legendario. En mente tengo muchos jugadores que pudieron ser mejor de lo que fueron.

Un claro ejemplo fue en su momento Arvydas Sabonis, que aún jugando cojo y al 60% de su movilidad, le permitió levantar una Copa de Europa con el Real Madrid. Además de jugar en Portland Trail Blazers en la NBA con grandes actuaciones.

Otro caso parecido tenemos en Raúl López que la maldita rodilla le truncó una carrera que estaba siendo estelar.

Hablando de lesiones, los aficionados granadinos al baloncesto, se nos viene a la cabeza un jugador: Curtis Borchardt. Un deportista que de no ser por las lesiones hubiese tenido una carrera estelar en la NBA. Aún así, su maltrecha rodilla le permitió ofrecer tardes de gran baloncesto en España con el antiguo CB Granada.

Hoy Curtis es el gran protagonista, vamos a ello.

Una estrella del baloncesto en ciernes 

Curtis Alan Borchardt, (Búfalo, New York, 13 de Septiembre de 1980), comenzó a jugar en  Eastlake High School de Redmon en el estado de Washington. Allí ya demostró que tipo de jugador era con 28,2 puntos, 14,8 rebotes y 5,4 tapones.

La prestigiosa Universidad de Stanford llamó a su puerta, donde jugó a un gran nivel proclamándose campeón de la Pacific 10 de la NCAA en el año 2001. En dicha Universidad obtuvo varios récords y galardones individuales, que le valió  para ser considerado uno de los mejores jugadores de su generación.

Ante su explosión como jugador decidió presentarse al DRAFT de la NBA en 2002, antes de terminar su ciclo formativo.

Las lesiones, su talón de Aquiles

Las lesiones en Stanford ensombrecieron su talento por lo que fue elegido en el puesto 18, una posición algo baja para uno de los mejores ‘centers’ universitarios del país. Orlando Magic vendió sus derechos a Utah Jazz y en verano de 2002 jugó la Rocky Montain Revue.

Curtis jugó a un gran nivel lo que auguraba tener minutos en la franquicia ‘utaheña’, pero de nuevo los problemas físicos hicieron acto de presencia.

Tras un año prácticamente en blanco, el primer entrenador de Utah, Jerry Sloan decidió renovarlo confiando plenamente en él para una segunda temporada, prolongando su contrato por dos años más.

Esa nueva oportunidad no la desaprovechó y jugó una totalidad de 67 partidos en la mejor liga del mundo, siendo titular en 23 de ellos. En esa etapa no logró convencer del todo, quizá por las limitaciones físicas y se optó por ser traspasado a Boston Celtics. Allí no jugó ni un partido con el equipo del trébol, ni tampoco con Menphis al que se le traspasó posteriormente.

En Octubre de 2005 rescinde su contrato y decide viajar a Europa.

El CB Granada de JJ Romero, su nuevo destino

En el año 2005, Oriol Humet, el director deportivo del CB Granada era en esos momentos unos de los hombres de moda en los despachos en la liga ACB. Movió bien sus fichas ante la contratación de Curtis Borchardt ante el poco nivel de Corsley Edwards que era recientemente cortado.

El de Búfalo llegó a una plantilla entrenada por Sergio Valdeomillos y conformada por los Jesús Fernández, J.P. Gutiérrez, César Sanmartín, Nicolás Gianella, Nacho Ordín, José Antonio Paraíso, Roberto Gabini y Juan Ignacio Jasen.

Un equipo que no terminaba de arrancar y donde los americanos no dieron la talla.

Curtis supuso una gran revolución en el equipo y los focos empezaron a alumbrar al reciente fichaje, realizando partidos para el recuerdo.

Era un interior de 2,10 que defendía, reboteaba y sobre todo era muy resolutivo en el poste bajo, lo que le permitía anotar con facilidad.

Las lesiones le perjudicaron en demasía y evitaron que tuviese la continuidad deseada y cada temporada se perdía una barbaridad de partidos Aún así y con ese hándicap la directiva le iba renovando los contratos.

Números de ensueño en su aventura granadina

Hablar de Curtis Borchardt es hablar de récords y registros, estamos hablando del mejor ‘cinco’ que jamás ha jugado en Granada y no me quedo corto. A pesar de sus problemas con las lesiones acumuló la friolera de 13 nominaciones a MVP de la semana y 4 del mes en la mejor liga de Europa.

Eso a día de hoy ningún jugador lo ha conseguido , en cualquiera de los equipos que han jugado en Granada. Era el mejor jugador de la liga ACB mientras su cuerpo ‘aguantaba’ lo que podía.

Aunque mostró una gran regularidad en su juego y era el líder indiscutible del equipo acumuló unos topes excelentes.

El 1/2/2009 llegó hasta los 30 puntos y 41 de valoración, en la visita del TAU Baskonia con derrota granadina por 86-87.

Una estadística importante en los partidos como son los rebotes dejó una marca de 19 capturas ante el Joventut en el Palacio 76-85. En Menorca puso 6 ‘gorros’ que no sirvieron de mucho 78-74.

Un jugador legendario

Son unas estadísticas de un jugador de leyenda irrepetible, que de no ser por las lesiones no hubiese aterrizado en Granada, pero las cosas del destino hicieron que lo tuviésemos aquí cuatro temporadas.

Inseparable de su mujer Susan, también jugadora de baloncesto, dejó una huella imborrable de profesionalidad y honestidad.

Las malditas lesiones le privaron de cotas mucho más altas aunque no evitaron que demostrase que clase de jugador era.

Era renovado aún estando limitado, a sabiendas que cada temporada se iba a perder muchos partidos. Curtis era Curtis,  lo que jugaba lo justificaba con creces.

En esta columna he querido recordar a un baloncestista de bandera, el verdadero MVP del baloncesto granadino. Mis mejores recuerdos a Curtis Borchardt, ex-jugador del CB Granada.