Coviran Granada, triunfo trabajado, merecido y colectivo ante Surne Bilbao
Los rojinegros superaron al conjunto vasco, con aportación de todos los jugadores y un David Kramer en pieza fundamental, para establecer el definitivo 87-79
REDACCIÓN GRANADA POLIDEPORTIVA / Felipe Bazán
La competición en la máxima categoría del baloncesto nacional sigue su curso y en este domingo 10 de marzo, nos deja el reencuentro del Coviran Granada con sus fieles aficionados. Un mes largo que se hizo de esperar para la cita con el Palacio de Deportes. Una jornada vespertina con el ambiente lluvioso y fresco, esperando el calor en forma de apoyo nazarí, dentro de la instalación zaidinera. El escollo de hoy, Surne Bilbao Basket comandado por Jaume Ponsarnau. Los rojinegros en busca de un triunfo que les otorgue oxígeno clasificatorio, en el objetivo de la permanencia en la ACB. Todos los alicientes deportivos para disfrutar. Prepárense para la emoción del viaje.
El árbitro principal lanza el balón al aire y la primera posesión para los bilbaínos. En la circulación de bola de los visitantes roban los anfitriones. Imprecisión inicial en Coviran aunque se rehace con la conexión Costa-Wiley con un ‘alley-oop’ muy vistoso, para inaugurar el luminoso 2-0. La respuesta vasca no se hizo esperar con un buen gancho del peculiar Sacha Killeya-Jones. El balear Pere Tomàs falla desde el 6.75 aunque David Kramer se hace con la captura ofensiva. Los granadinos no aprovechan la tesitura de cara al aro y una rápida transición de Bilbao Basket, por medio de Denzel Andersson, le da la primera ventaja a su equipo (2-4), restando 7.50 del primer cuarto. Una serie de precipitaciones y malas decisiones en ambos conjuntos, denotan el nerviosismo y la tensión. Aparece Denzel Andersson para realizar un mate poderoso y cuatro de ventaja para los visitantes (2-6). Toma la batuta Lluís Costa penetrando a canasta y recortando puntos. Las rotaciones de banquillo se habían iniciado por parte de Pablo Pin. Con Germán Martínez en pista, los rojinegros ganan en intensidad defensiva y recupera posesión. El ecuador del primer acto ya se había desarrollado, con una puntuación muy escasa. La muñeca de Kwan Cheatham se calienta a falta de 4:28 y anota desde el triple. El Surne Bilbao Baket responde anotando desde debajo de aro, por medio de Killeya-Jones (7-8).
Jacob Wiley, reciente incorporación de los nazaríes e integrante del cinco inicial, va a la línea de tiros libres. Solo anota el primero y Granada se hace con el rebote ofensivo, anotando el otro fichaje, Elías Valtonen desde el 6.75. El marcador del Palacio ya reflejaba 11-8 para los locales. El finlandés volvía a anotar de dos y la renta se iba a los cinco puntos. Los visitantes planteaban una defensa zonal con ajustes y Álex Reyes (dorsal 8) comenzaba su espectáculo personal, primero desde el 4.60 y después con su idilio desde el 6.75. Los dos conjuntos intercambiaban puntos desde el tiro libre y así se llegaba al último minuto de los primeros diez. El público asistente protestaba una decisión arbitral al interpretar que los granadinos consumían una posesión. Los vascos no aprovechan su posibilidad de ataque. El mago Costa falla su intento de triple aunque el rebote lo captura su compañero. En la siguiente acción el de Sant Just Desvern anota con la bocina acechando. Una ventaja mínima 17-15 para abrir boca.
El arranque del segundo cuarto es apoteósico para Coviran Granada. El carioca Cristiano Felicio se adorna con dos mates consecutivos y una acción de 2+1 de Valtonen refleja la gran defensa planteada por los locales. En Surne, solo anotaba Thijs de Ridder en penetración. Una nueva recuperación de los chicos de Pablo Pin es aprovechada por Jonathan Rousselle con canasta y adicional. Antes que se lance el tiro libre, el técnico Ponsarnau solicita tiempo muerto, con dos minutos cuarenta segundos jugados y una diferencia de diez con el 1TL (27-17). El parón le vino genial a los visitantes que reaccionaron parcialmente. Los protagonistas eran Kristian Kullamae a canasta pasada y un triple marca de la casa de un viejo conocido como Alex Renfroe (27-22). Quedaban aún 5:45 minutos y Pablo Pin no esperó más para detener el choque. El Coviran Granada seguía atascado y una nueva pérdida propiciaba un contraataque fulgurante de Bilbao. La ventaja se quedaba en tres (27-24). Un tranquilizador triple de Pere Tomàs, como no, el mallorquín de Luchmayor, alentaba a su equipo y a una grada que animaba todavía más si cabe. No se quedaría en esa acción la cuestión, ya que Kramer le robaba a Renfroe y la contra aprovechada por Pere (32-24).
Un dinámico intercambio de canastas y aciertos por parte de ambos contendientes. Con un Malik Dimé cada vez más en forma y participativo en el cuadro rojinegro, un Rousselle certero desde el tiro libre y el 6.75; y un Kwan Cheatham casi siempre presente en la anotación grupal. La manija en Surne Bilbao, la tomaba un inspirado y activo Kullumae (dorsal 77), acompañado de un repartidor de juego extraordinario como Renfroe. Al receso, se llegó con una penetración algo forzada del francés Jonathan Rousselle, rebote en ataque del senegalés Malik Dimé y sobre la bocina anotaba debajo de la canasta. El descanso estaba servido con once de ventaja para los locales (44-33).

Coviran Granada arrancó de forma muy fiable el tercer cuarto, con una defensa agresiva en la línea de pase. El estadounidense Cheatham, con muñeca calentita desde el 6.75. La renta máxima del choque se colocaba en catorce de diferencia y esto ocurrió en dos ocasiones con el 47-33 y el 54-40, tras acierto de Lluís Costa desde el triple. Entre medias, buenas acciones colectivas culminadas en un bando por Kristian Kullamae, demostrando su calidad y en el otro por David Kramer. El campeón del mundo alemán ha dado un paso al frente en su rol en el equipo granadino. El luminoso de la instalación del Zaidín reflejaba 5:13 para llegar a los últimos diez minutos. Y ¿Quién quería su cuota de protagonismo? Os suena un dorsal 8 de camiseta oscura, pues ese mismo. Álex Reyes mostraba su metralleta en el tiro exterior. El entrenador granadino solicitó tiempo muerto a falta de 2:34. La renta se redujo a seis con el 56-50 y no se querían sobresaltos en el Palacio. Una rigurosa y discutida falta en ataque de Felicio, la aprovechaba Adam Smith desde la línea del 4.60, colocando el 56-52 con 1:54 por delante. El carioca se ‘enrabieto’ y protagonizó tres grandes acciones consecutivas. Primero, un gran movimiento pivotando para anotar, después puso un tapón y en la jugada siguiente volvió a ver aro. Las aguas se amansaban con ese parcial de 4-0. El veterano ‘ex’ de Pensilvania, Alex Renfroe convertía un solo tiro libre y tras fallo en el ataque granadino, sobre la bocina, dejaba la cuestión en cinco (60-55), con todo por resolver.
El cuarto decisivo comenzaba como si fuese un concurso de triples. La veda la inició Kwan Cheatham y el ‘martillo pilón’ Álex Reyes daba una exhibición para asombrar y asustar al respetable. El festival anotador lo continuaban por Coviran Granada, el pívot Jacob Wiley, David Kramer y el finés Elías Valtonen. Las aportaciones de Surne Bilbao Basket venían de las prestaciones del inspirado Reyes, básicamente, y un incisivo Adam Smith. El posible tembleque llegaba al duelo (69-68). Pablo Pin detuvo el envite a falta de 6:29 y ya había partido nuevo por delante, con mucha emoción. Eso sí, el pabellón era una olla a presión sin detener el aliento a los suyos. La respuesta de los rojinegros llegó de la mano prodigiosa de Kramer con un acierto desde el 6.75. En el posterior ataque de los visitantes, Wiley coloca una ‘chapa’ tremenda, un tapón estratosférico. La transición no la aprovecha el cuadro local y el propio baloncestista americano, Jacob Wiley comete falta en ataque. El técnico bilbaíno, a falta de 5:17 solicitó tiempo. Los locales se colocaron en zona para intentar sorprender pero Álex Reyes volvía a hacer de las suyas, desde el triple, con un buen movimiento de balón grupal (72-71). El Coviran Granada encontró en su escolta David Kramer, al valedor del momento. Un mate, un rebote defensivo tras fallo de Bilbao, un ‘triplazo’, tras revisión ‘Instant Replay’ para ver quién tenía posesión y una nueva captura, ahora ofensiva, con dos tiros libres, colocaban el 79-71 con 2:56 por delante. El parcial de 7-0 rompiendo de nuevo la dinámica y un protagonista, el que coreaba un Palacio entregado ‘Kramer, Kramer, Kramer’.
Tras dos tiros libres convertidos por Valtonen a falta de 1:51 parecía todo decidido. No podía ser ‘tan sencillo’. Ahora el parcial y la racha tenían sabor vasco con un 0-7, tras alguna precipitación y errores en el tiro rojinegros. Los cuchillos baloncestísticos llamados Kullamae y Reyes, no daban tregua y con un nuevo triple del alero español de 2.03 altura, la contienda estaba en 81-78. Álex Reyes terminó el partido con 8/10 desde el 6.75 para un total de 29 puntos. El cronómetro parecía no avanzar y a falta de 22.7 segundos un tiempo muerto en la pista solicitado por Jaume Ponsarnau. El temple desde el tiro libre de Costa daba cinco de renta. El reloj solamente había avanzado un segundo. El tiempo para dar instrucciones llegaba de la pizarra de Pablo Pin. Lo que son las cosas del deporte, Álex Reyes erraba su triple, hasta ese momento casi infalible y en la lucha por el rebote, petición de INSTANT REPLAY de Granada, para ver quién contacto con la bola. Tras revisión de los colegiados, posesión para los anfitriones, con 17.5 segundos por jugar. A Lluís lo llevan de nuevo al 4.60 y anota los dos (85-78). El turno en el tiro libre ahora para Álex Reyes que anota solo uno con 7.5 segundos. La partida de ajedrez de nuevo lleva a lanzar libres, ahora Kwan Cheatham que falla los dos con 6.3 segundos, el rebote para Surne Bilbao que intenta la transición rápida, intercepta David Kramer, que volando hacia el aro realiza un mate sobre la bocina 87-79 y le da el séptimo triunfo a un Coviran Granada. Los rojinegros dan un paso de gigante en la clasificación, en la lucha por el objetivo. El sufrimiento final da paso a la algarabía y a la conexión grada-equipo. La fiesta nazarí en el Palacio de los Deportes de Granada es un hecho.



