17 junio, 2025 21:09
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Jeff Lamp, el anillo NBA que no pudo salvar al Granada

Jeff Lamp jugador Baloncesto Granada | Foto: Gigantes del Basket

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La temporada 91/92 comenzaba con aires renovados para el Baloncesto Granada, con una plantilla totalmente nueva, un entrenador con prestigio como era Moncho Monsalve y el estreno de un flamante Palacio de Deportes. La intención era no pasar apuros y asentar el equipo en la ACB. La realidad es que el curso estuvo marcado por los malos resultados y con la tragedia del descenso al final del curso.

Lo más destacado de aquel año fue la gran actuación del jugador franquicia del conjunto granadino. Todo un ganador de un anillo NBA que hizo un año espectacular, dejando un récord todavía no superado a día de hoy. Les hablo del norteamericano Jeff Lamp, que jugó una sola temporada en Granada aunque dejó un buen recuerdo en la ciudad nazarí a pesar del descenso.

Buenos números en su etapa universitaria 

Jeffrey Alan ‘Jeff’ Lamp nació en Minneapolis (Minnesota), un 9 de Marzo de 1959. Era un escolta-alero de 1.98 de altura, anotador compulsivo, especialista en la media distancia, forzando faltas personales y encontrando desajustes defensivos.

Participó en el McDonald’s All-American Games en el año 1977, el cual es un partido que realizan los mejores baloncestistas de high school al año para darse a conocer y que las universidades se interesen por ellos. Eso le valió para llamar la atención de los Cavaliers de la Universidad de Virginia, en la que promedio 18,8 puntos y 4,2 rebotes por partidos en cuatro temporadas.

‘Jeff’ fue incluido en el mejor quinteto de la Atlantic Coast Conference en 1979 y 1981, además de lograr el NIT en 1980 y llegar a la Final Four en 1981. En ese mismo año era designado integrante del tercer equipo All-American. Una buena trayectoria universitaria que supuso una elección en la decimoquinto lugar en el Draft de la NBA de 1981, por los Portland Trail Blazers.

Todo apuntaba a una buena carrera en la mejor liga del mundo.

Discreta participación en la NBA

En Portland jugó tres curso como suplente y tras pocos minutos era despedido en la temporada 84/85, tras un año totalmente en blanco.

Su nueva etapa se dio en Milwakee Bucks y allí aprovechó al máximo sus 16 minutos de juego, para irse a unas medias de 6,3 puntos y 2,8 rebotes por partido. Ese año hizo sus mejores partidos como jugador NBA, pero de nuevo es cortado y acabó la temporada en San Antonio. No pudo situarse en la liga norteamericana y optó por cruzar el ‘charco’ dirección Italia, que en esos momentos tenía la mejor liga del ‘viejo’ continente, concretamente en el Rimini en busca de minutos.

Unos números espectaculares 27,3 puntos y 4,9 rebotes por partido para volver a la NBA a la siguiente temporada, al mejor equipo de la década de los 80. Les hablo de los Lakers del ‘Showtime’ de Magic Johnson, Kareem, Worthy o Byron Scott, siendo entrenado por Pat Riley.

Ante tanto ‘Glamour’ no estoy seguro si fue lo mejor para el bueno de Jeff. Los lógicos pocos minutos acabaron siendo la tónica de aquella temporada. Apenas tuvo participación aunque eso sí, tuvo el gran honor de ganar el anillo con el equipo californiano, algo que no todos los jugadores pueden presumir.

Tras el título con los Lakers fichó por el Venezia en el año 1989.

Regreso a Europa y fichaje por el Granada 

Después de no tener presencia en la NBA pasó a formar parte del equipo italiano del Venezia, donde juega dos temporadas siendo una pieza fundamental en el equipo transalpino.

En la 91/92 aterriza en Granada, en un nuevo y prometedor proyecto liderados por Moncho Monsalve. Una plantilla renovada al completo y el estreno del gran recinto del Zaidín. Todo parecía a que se avecinaba una nueva época en la ciudad granadina.

Jeff Lamp pasó a formar en un equipo integrado por Eduardo Sabater, Ernesto Fernández (el único del año anterior), Miguel Rivera, Mike Higgins, Ramón Oliver, Jon Davalillo, Iñaki Rodríguez, Rafa Vega y Miguel Tarín. Un equipo que no tenía grandes nombres, aunque se pretendía ser un grupo aguerrido y con el criterio de Monsalve para formar un bloque para mantener al Baloncesto Granada sin problemas.

Lo cierto es que el gran protagonista de la temporada resultó ser Jeff Lamp, con magistrales actuaciones que a nivel individual estuvo de ’10’ pero a nivel de grupo resultó un auténtico fracaso.

El inicio del equipo fue bastante malo y situó a los andaluces en la parte baja de la tabla durante toda la temporada. Se iban sucediendo las derrotas al mismo tiempo que el Lamp se salía en cada encuentro.

El 21 de diciembre de 1991 pasó a la historia de la ACB al batir el récord de tiros libres anotados, ¡¡¡ 29/30 !!! Una marca que sigue vigente a día de hoy. Aquello le dio la victoria al Granada por 105-109, con 45 puntos del jugador norteamericano, del conjunto entrenado por Moncho Monsalve.

Otro dato llamativo de aquella fecha fueron los 58 puntos de valoración, algo que se antoja casi imposible a día de hoy.

Un nuevo partido para el recuerdo se jugó en Granollers con 32 puntos y 11 rebotes en la derrota por 84-70 en tierras catalanas, el 9 de febrero de 1991.

Lesión en el pómulo en el momento clave y descenso 

A pesar de las innumerables demostraciones de nuestro protagonista no sirvió para evitar el play-off por el descenso.

En el momento más importante de la temporada y ante la eliminatoria clave ante Ourense, Jeff Lamp sufrió una fractura facial en el pómulo que impidió su participación en este play-off. Fue una lesión muy grave que le pudo costar la visión de por vida. Por lo tanto, el jugador decidió marcharse a USA para tratarse con médicos de su confianza y evitar la barrera del idioma que suponía un problema para él y su familia.

Ante este panorama desolador, el Baloncesto Granada jugó el play-off de descenso ante los orensanos sin su jugador clave, sin su guía de toda la temporada y su baluarte anotador. Lo que se antojaba un descenso anunciado, se materializó con un 0-3 en contra mandando a Primera-B a los andaluces.

El balance de la temporada acabó en la frustración y un curso anodino con muchas derrotas y dependiendo en exceso de su máxima estrella: Jeff Lamp.

Después de aquello vinieron años complicados en el deporte de la canasta en Granada. El bueno de Jeff fichó por Manresa para una posterior retirada al año siguiente.

Hoy en la columna ‘Granada es baloncesto’ hemos querido recordar a uno de los jugadores más ‘finos’ de cara al aro que han pasado por la ciudad de la Alhambra. Un reconocimiento merecido a un jugador que se entregó al máximo y que una lesión evito que nos salvará.

Ha sido un lujo hablar de Jeff Lamp, ex-jugador del Baloncesto Granada.

REDACCIÓN DGP

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