Hartazgo de corrupción y favoritismo
OPINIÓN GP | FRANCISCO GONZÁLEZ GARCÍA | DESDE EL FONDO DE LA CÁRCEL
Llega un momento en que uno comprende que hay cosas que nunca van a cambiar en el fútbol y tras ver muchos partidos y vivir muchas situaciones casi absurdas e increíbles siempre te llevas alguna sorpresa, alguna jugada imposible, algún error inconcebible o alguna carambola que a veces te favorece y otras te perjudica, pero bueno la pelota es redonda y las leyes de la física, en un juego con tantas variables, resultan muy difíciles de aplicar.
Pero otras cosas ciertamente no cambian y siempre caen del mismo lado, del lado del grande, del poderoso y del que tiene al poder a su lado. Por desgracia, el Granada CF nunca ha sido un grande salvo cuando se arrastraba por la tercera y todos los pueblos de la provincia querían ganarle. Menos mal que aquello pasó aunque siempre hay que estar prevenido.
Al Granada CF le descendieron a tercera por una deuda, por no poder pagar a sus jugadores y aunque las reglas son diferentes, en realidad con las actuales y todo eso del control financiero y no sé qué reglas más, digamos que el objetivo desde entonces y hasta ahora es que un club contrate aquello que puede pagar. Pero eso es para el Granada y todos los que no son grandes, es decir excepto para el Barcelona, el Madrid y pocos más se podrían añadir.
La decisión del CSD, un órgano político, de dejar jugar a dos jugadores del Barcelona aunque no se cumplan las normas económicas es una decisión política con la excusa de no perjudicar la carrera de esos jugadores e incluso a la selección. Al parecer esos jugadores, ¿no pueden jugar en otros clubs o no hay otros jugadores para la selección? No voy a valorar cuestiones políticas, pero curiosamente es el Barcelona, ese club de futbol que dice que es más que un club y bandera en muchos casos de una opción no precisamente española.
En las finales de la Copa de España no aplauden precisamente ni al himno ni a las autoridades españolas. Ahí queda que se favorece a un presidente que no cumplen con las reglas, engaña y se inventa mil trucos y palancas financieras para seguir en el poder y seguir llorando de que al Barcelona siempre le roban. Curioso paralelismo con aquello de que España roba a los catalanes de pro…
A un jugador del Granada CF, Pedro Fernández, le castigaron con 15 partidos por lesionar a un afamado delantero del Madrid, Amancio. El equipo tuvo que jugar en Madrid y soportar como todo el estadio gritaba: ¡asesinos, asesinos! No pocas veces la prensa madridista, al retornar el Granada a primera, volvió a sacar aquella historia y aquella dureza de la defensa del Granada. Claro que Benito el central del Madrid era un santo que no daba patadas. Por entonces se permitía proferir insultos.
En definitiva, si un defensa de un equipo modesto comete una agresión o hace una entrada dura, le pueden caer el máximo de partidos, pero si una clara agresión de una figura del Madrid, véase Vinicius, resulta que en absoluto es una agresión y bien se cuida la federación en castigarle con lo mínimo para no perjudicar e impedir que el jugador pueda estar en ese engendro vendido a Arabia Saudí que han llamado Super Copa de España. Ahí queda otro ejemplo de que la corrupción y el favor a los grandes son cosas que no cambian en el fútbol. El hartazgo llega a la náusea.