Volver a querernos
OPINIÓN GP | ANTONIO BARRANCO | DESDE PREFERENCIA BAJA
Llegó Fran Escribá y removió a todo el granadinismo.
Una rueda de prensa, unas palabras sensatas y un tono amable era lo que necesitaba la afición para calmar las aguas y volver a ver el vaso medio lleno.
El fin de semana nos trajo un empate a dos goles entre el Burgos y Granada, en el debut de Escribá al frente del equipo nazarí, que dejó un sabor agridulce. Por un lado, los rojiblancos mostraron una mejoría evidente respecto a partidos anteriores, con un juego más organizado y una mayor intensidad. Sin embargo, la incapacidad de cerrar el partido y los errores defensivos habituales impidieron sumar los tres puntos.
Más allá del resultado, lo que verdaderamente destaca de este encuentro es la sensación de renovación que transmite el equipo. Escribá, con su experiencia y su estilo de juego, parece haber insuflado una nueva vida al Granada. La alineación inicial, con nombres como Gonzalo Villar y la vuelta de Ignasi Miquel a la zaga, ya apuntaba a un cambio de rumbo.
Este empate puede ser el punto de partida de un proyecto ilusionante. El Granada tiene una plantilla con calidad y un entrenador con experiencia. Ahora, la clave estará en mantener esta dinámica positiva y corregir los errores defensivos que siguen lastrando al equipo, que de nuevo en las jugadas a balón parado muestra carencias.
Aparte de los cambios tácticos, lo más importante es la conexión que el técnico valenciano está construyendo con la plantilla y la afición. Los jugadores responden con compromiso y entrega, mientras que las gradas de El Plantío vitorearon al equipo durante todo el partido, demostrando que la ilusión ha vuelto.
Si Escribá logra consolidar su idea de juego y los jugadores siguen trabajando con la misma intensidad, el Granada puede convertirse en un equipo muy competitivo en Segunda División
En definitiva, el partido en Burgos fue el primer paso de un camino que promete ser apasionante, es el primer punto de los que debe de lograr el Granada, para ir remontando el vuelo y alejar de una vez el fantasma de la zona roja.
El reencuentro entre el Granada y su afición debe tornarse entre esperanza y cooperación, debemos volver a querernos como hicimos, dejar de lado la situación inusual del club e ir de la mano para sacar la situación adelante.
Puede que Fran todavía no nos haya traído el jamón, pero sí los primeros pasos para ser otra vez un Granada de equipo y afición unidos para un mismo objetivo.