Horizonte apocalíptico
OPINIÓN GP | JOSÉ LUIS MORALEDA | EL JOVEN
Puede parecer o resultar a simple vista, un titular muy tendencioso y alarmista. Más si cabe cuando este, nuestro club, ha navegado por mares muchísimo más bravos que los que hoy, profesionalmente, surca.
Sin perder nunca esa perspectiva, no hay que ser muy obturado para darse cuenta que nos hayamos inmersos en un momento de nuestra historia especialmente delicado, en casi todas las áreas que componen el entramado que rodea al Granada Club de Futbol S.A.D.
Ayer, precisamente, hablaba con amigos que los diversos y variopintos problemas que sufre actualmente el club se retroalimentan negativamente los unos a los otros. Esto hace que la percepción que tenemos desde fuera sea justamente la indicada en el principio del artículo.
Deportivamente, el equipo no carbura. Sigo siendo partidario de dejar trabajar a los profesionales un tiempo mínimo prudencial para adaptarse, conocer y encontrar la mejor fórmula posible, que se le pueda sacar al elixir de una plantilla. Aunque no cabe duda, que lo visto hasta ahora e incluso los datos, no encajan con la afirmación de nuestro míster de que el equipo había crecido notablemente en los últimos partidos.
Guillermo es un chaval que se percibe muy metódico, muy estudiado y con una oratoria que aunque con ciertas trabas, le sirve para poder dar respuesta rápida en las diferentes ruedas de prensa que tiene cara al público. Pero quizás, para este Granada, todo ello se quede corto o más bien, no sea lo necesitado.
Bajo mi punto de vista, tengo claro que este joven no es culpable de la situación deportiva. El responsable, del que desde el primer mercado de fichajes fui claramente crítico, vino de Italia y ha tenido reiterados fallos de bulto en planificación.
No puedo explicarme, hasta día de hoy, que Matteo viera claramente que la mejor opción para levantar este equipo fuera Guillermo.
Hablar es muy fácil, acertar no tanto. Entonces es más que evidente que este equipo, con mentalidad perdedora crónica, necesitaba alguien menos teórico y más práctico. Alguien con la planta y la experiencia para coger uno por uno a cada jugador y eliminar ese freno psicológico de sus mentes que no les permite rendir como equipo y volver a tener un bloque motivado hambriento. De hecho, a las nuevas incorporaciones, ya se les nota el contagio..
Llegados a este punto, ante la inminente visita del sucesor de nuestro rival histórico, sí le pediría a Guillermo que se olvidara del miedo, que no pensara en su puesto, que no pensara en el que lo trajo aquí y que si la convicción así se lo dice, intentara cambiar lo que hasta el momento no ha ido bien.
Hay cosas que son difíciles de entender para los ignorantes como yo; si la defensa de 5, la plantas en casa ante el Deportivo por las numerosas bajas es comprensible. Pero si una semana después, con casi todos tus titulares, la repites ante el Elche, incluso perdiendo, es que de buenas a primeras crees en ella. La realidad es que no te ha funcionado Guillermo; por lo tanto, no espero otra cosa para mañana que no sea la vuelta al sistema del día 15 de Agosto o el cambio de cromos en tu zaga ‘pentagrámica’.
El supuesto crecimiento del equipo con dicho sistema, se traduce en tres goles en contra por fallos en zona de 1 y 2 cuartos, que suponen la consecución de sólo dos puntos. Y a mi parecer, un mayor control del centro del campo por parte de los rivales en el grueso de los minutos de ambos envites. El entrenador que todos llevamos dentro me pide volver a poblar el centro del campo con más jugadores y dejar línea de 4 atrás. Tenemos buenos jugadores, eso es incuestionable. Opino que encontrar una buena versión de Hongla y dar alguna oportunidad atrás, nos puede aportar la ansiada estabilidad defensiva que tanto necesitamos. El Granada CF no puede seguir con una media, de prácticamente dos goles en contra por partido.
Arriba hay que mejorar la presión. Crea una inmensa impotencia al aficionado, ver la ineficaz e insulsa presión que ha tenido el equipo en todos los partidos, desespera. Al igual que la estrategia en jugadas a balón parado, se vio en Elche que se está trabajando, ardo en deseo de ver también resultados en esta ‘parcela presionante’.
El crédito de Abascal está casi extinto. Por ello, espero su valentía, para como se suele decir, ‘el partido de mañana sea Puerta Grande o tanatorio’.
Debe entender Guillermo que ese crédito no lo maneje la afición; pero esta última se encuentra desvalida y macilenta. Maltratada por unas instituciones, no solo el club, que «mantienen» un estadio, nuestra casa, en condiciones deplorables en muchas de sus zonas.
Una afición cansada de las faltas de respeto, cansada de que su Director General y todo su séquito se hayan quitado del medio y hayan desaparecido incluso socialmente de Granada.
Despidiendo, «por la espalda», a otra de la ínfima parte granadina que queda en el club. Por cierto, que cainita y ‘matalorcas’ sigue siendo Granada.
Después de este inciso, volviendo al palco, podría decir cualquier malpensado que están preparando su fijada futura salida o estén llevando a cabo lo de «pa lo que me quea en el convento, me cago dentro». El tiempo nos hará saber, o quizás no…
En definitiva, una afición que sobre todo se haya inmensamente desilusionada por esa luz al final del túnel que vio este verano y que cada día que pasa se va alejando más y más. Una venta que hoy por hoy ya todo el mundo ve utópica y que mella aún más una moral, que otea en el horizonte, un relieve apocalíptico.
