Experimentos con gaseosa
OPINIÓN GP | JAVIER PÁEZ ALCALÁ | EL FILIPINO
Vivimos en una época en la que nuestra necesidad propia y la presión a la que nos vemos sometidos para sorprender, innovar y gustar a los demás siendo diferentes y originales nos lleva en muchas ocasiones a tener pautas de comportamiento que cuestionan el orden establecido para tener la oportunidad de ser únicos y que así todo el mundo nos lo reconozca.
Dicho así, parece un propósito loable y motivador pero la realidad teniendo los pies en el suelo es que poquísimos individuos tienen esa capacidad para realmente conseguir llegar al éxito de una forma diferente y el grueso de los mortales convierten el intento en un auténtico despropósito.
Ser más pragmático en muchas ocasiones, aunque pierdas cierto glamour por el camino, suele tener como resultado el éxito con una probabilidad mucho más elevada. Siempre se ha dicho que los orientales se han convertido en los dueños del mundo, no por inventar prácticamente nada, sino por hacer lo mismo, lo clásico, lo ya conocido, de una forma más eficiente y eficaz.
En el mundo del deporte y en especial en el fútbol, un Show business con una exposición mediática feroz, cada vez nos encontramos con más profesionales en diferentes ámbitos, que intentan realizar ese proceso alquimista de convertir el plomo en oro. Dejando así sus nombres escritos en una página preferencial del libro eterno del balompié y como no puede ser de otra forma, la gran mayoría de ellos fracasan en el intento y ese plomo se oxida en poco tiempo.
Si nos centramos en la figura de los entrenadores, los que han cambiado este deporte innovando y con ideas originales y frescas han sido muy pocos y todos ellos con unas circunstancias y medios a su alcance muy especiales y diferenciales. Momentos y lugares en los que la combinación de elementos ha sido única y propicia para que acontezca ese pequeño milagro y se cree algo nuevo que realmente funcione.
Hay muy pocos elegidos, por lo que para el 99% de los Mister, el camino debería ser el de seguir los designios y las bases del fútbol básico, lógico y sencillo introduciendo pequeños matices pero manteniendo, en todo momento, bien amarrados los principios de este deporte.
En el caso de nuestro Granada CF y la nueva categoría en la que compite, aspectos como la seguridad defensiva, como base para construir todo lo demás, el esfuerzo y sacrificio, innegociables en todo momento y la agresividad competitiva deberían estar impresos en todas las paredes del vestuario. Jugadores o entrenadores que no lo vean claro, en este sentido, posiblemente tengan problemas a la hora de recorrer la senda que les pueda llevar a buen puerto al final de temporada.
Por suerte, esto no ha hecho más que comenzar, rectificar es de sabios y todo el mundo tiene derecho a experimentar y equivocarse siempre y cuando sepa virar en el momento adecuado. Aunque eso sí, tengamos claro que los experimentos son con gaseosa.
