Pasión Granadina
OPINIÓN GP | ALFREDO AZCÓN SAIZ @tronicgr | Diario de un exiliado
No es fácil ser exiliado, y menos si lo eres en una ciudad como Sevilla que rezuma pasión por sus respectivos equipos. A pesar de todo, para un exiliado es fácil contestar a la típica pregunta: “¿Y tú de qué equipo eres?” Incluso nos adelantamos para responder, aún a sabiendas de que la contestación provocará unos segundos de incómodo silencio. Silencio que termina cuando el entrevistador se da cuenta de que en la vida no necesariamente debes ser del Sevilla, del Betis, del Barça o del Madrid.
Monopolizadas las conversaciones, nos vemos en medio de un fuego cruzado, en el que parecen necesitar que uno se decante… Pues no, no lo hacemos. Simplemente somos del equipo de nuestra tierra, cualquiera que sea el deporte que esté disputando. Las reacciones son variopintas, predominando las que aceptan de buen grado los gustos y aficiones ajenas, como no podía ser de otra manera. Pero siempre se queda ese regusto amargo ante la necesidad de tener que justificarnos continuamente.
Y por esta razón, en su día se creó la Peña del Granada CF en Sevilla, a la que me enorgullece pertenecer. No podía entenderse que una ciudad como Sevilla no contara con una peña granadina y granadinista. Y así, con el único fin de pasar buenos momentos con paisanos, nos reunimos periódicamente en el Bar Tinta Roja, muy cerca del estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Allí todos son bienvenidos. No es difícil que encarrilen conversaciones sobre los goles de Ramón y Labella al Guadalajara, de la canasta sobre la bocina del “Gordo” Williams al Ciudad de Huelva, la final de la liga que disputaron las chicas del voleibol contra el Tenerife Marichal, rememorar al club deportivo más laureado de la historia de nuestro país, el CTM Caja Granada, entre otros o por qué no, contar juntos los 900 días que lleva Granada sin tren. Pasión granadina en estado puro.
A pesar de todo, ser exiliado tiene algo ventajoso, dentro del desgaste que suponen los kilómetros que nos separan de Granada. Puedes ver las cosas con perspectiva y sobre todo poder comparar con las realidades con las que día a día te toca vivir. Al fin y al cabo, a pesar de lo que nos intenten vender, no somos tan diferentes. Sí, en Sevilla también se ven críos con la camiseta de Messi y de Cristiano, al igual que en Granada… y sí, también en Sevilla se ponen nerviosos y empiezan a despotricar cuando se encadenan varios resultados negativos.
Desde la distancia o desde Granada, cuando las cosas no salen bien sólo existe una solución posible: Seguir trabajando y quizás aún más importante: dejar trabajar.